dilluns, 19 d’abril del 2021

X

 


Cae el sol vertical y inclemente

sobre el camino de los Antígons,

los campos sedientos esperan la tanda de riego,

tres individuos surfean la ola de calor.

De golpe rompe el silencio el sonido de un teléfono

que anuncia el traspaso de un ser querido.

La madre, más pequeña que nunca, grita afligida y llora.

El hijo la acoge entre sus brazos,

la arrulla con ternura y la consuela.

Dieciocho días más tarde

la madre volverá a sentir

que el mundo se hunde bajo sus pies

y maldecirá dominada por la pena

sin tener su hijo a su lado para consolarla.